La delegación eskaut vizcaína evalúa el curso caracterizado por la vuelta a la normalidad
Hojas atrás en el calendario nos situamos rápidamente en septiembre de 2021 y así de rápido ha pasado el tiempo este curso. Un curso que comenzaba con la presencia activa de la Covid-19 y las restricciones presentes en el día a día del funcionamiento de los grupos eskaut. Un curso que, esquivando dichos cambios en la pandemia, se han ido celebrando los primeros encuentros de monitorado en Jornadas de reflexión y formación hasta el Gorka Deuna celebrado en Barakaldo con unas 3.000 personas asistentes.
Y también un curso que acaba con casi una veintena de campamentos autogestionados, con el estilo tradicional eskaut en una campa en plena naturaleza con construcciones y unas programaciones de dos semanas. En palabras de la propia presidenta de Euskalerriko Eskautak Bizkaia, Maria Manrique, en una entrevista de Cadena Ser: «Los 28 grupos eskauts de Bizkaia realizarán un campamento autogestionado en una campa. Van a acoger niñas y niños entre los 8 y 18 años». Sin embargo, Manrique ha recordado todas las gestiones que han tenido que hacer los monitores en tiempos de pandemia: «Cuando un monitor tiene que dedicar más tiempo a lo administrativo que a lo educativo es alarmante».
Todo esto que ha ido ocurriendo durante el curso 2021-2022 es lo que los equipos de la delegación han evaluado durante el pasado fin de semana. Sin duda ha sido un gran reto recuperar la normalidad después de dos años con adaptaciones a las actividades. Sin embargo, este cambio ha sido una muy buena noticia para los grupos eskaut y así puedan continuar con la educación en el tiempo libre de toda la chavalería.